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En la mitología griega,
había un hombre llamado Filoctetes. Dicen que heredó el arco y la flecha
mágicos de Heracles. Filoctetes resultó herido en un pie durante la batalla.
Pero la herida no sanaba, despedía un olor tan nauseabundo Y sus gritos
de dolor eran tan espantosos que sus compañeros lo abandonaron en la
isla de Lemnos y allí lo dejaron solo para que se muriera.
Filoctetes evitó morirse de hambre utilizando el arco de Heracles
para cobrar pequeñas piezas de caza. Pero la herida se le enconó Y el
hedor era tan desagradable que cualquier marinero que se acercara a la
isla tenía que desviarse rápidamente. Sin embargo, un grupo de hombres
decidió enfrentarse con el hedor de la herida de Filoctetes para robarle el
arco y la flecha mágicos.
Los hombres lo echaron a suertes y la tarea le tocó al más joven
7.Los mayores lo animaron a darse prisa y a viajar al amparo de la noche.
Así pues, el más joven se hizo a la mar. Pero, sobre el trasfondo del olor del
mar, el viento le llevó otro olor tan horrible que el joven tuvo que cubrirse
el rostro con un lienzo empapado con agua de mar para poder respirar.
Nada, sin embargo, podía proteger sus oídos de los desgarradores gritos de
Filoctetes.
La luna estaba cubierta por una nube. Muy bien, pensó él mientras
amarraba su embarcación y se acercaba sigilosamente al atormentado
Filoctetes. En el momento en que alargaba la mano hacia los ansiados arco
y flecha, la luna derramó súbitamente su luz sobre el macilento rostro del
anciano moribundo. Y algo en el joven -éste no supo qué- lo indujo
repentinamente a echarse a llorar y entonces se sintió invadido por una
profunda compasión.
En lugar de robar el arco y la flecha, el joven limpió la herida de
Filoctetes, se la vendó y permaneció a su lado, dándole de comer,
lavándolo, encendiendo hogueras y cuidando de él hasta que pudiera
llevárselo a Troya, donde lo podría curar el semidivino médico Asclepio. Y
así termina la historia.
La lágrima de compasión se derrama en respuesta a la
contemplación de la maloliente herida. La maloliente herida tiene distintas
configuraciones y orígenes en cada persona. Para algunos significa pasarse
la vida escalando sin descanso y con gran esfuerzo la montaña, para
descubrir demasiado tarde que han estado escalando la montaña que no
debían. Para otros son las cuestiones no resueltas y no curadas de los
malos tratos sufridos en la infancia.
Para otros es una dolorosa pérdida en la vida o en el amor. Un joven
sufrió la pérdida de su primer amor, no tuvo apoyo de nadie y no supo
cómo curarse. Durante años anduvo destrozado por la vida, por más que él
insistiera en afirmar que no estaba herido. Otro era un jugador novato de
un equipo profesional de fútbol americano. Un día se produjo
accidentalmente una lesión permanente en la pierna y su sueño de toda la
vida se esfumó de la noche a la mañana. La maloliente herida no fue sólo
la tragedia o la lesión sino el hecho de que, durante veinte años, sólo
aplicara a la herida la medicina de la amargura, el abuso de
estupefacientes y las juergas. Cuando los hombres sufren heridas de este
tipo, se les huele desde lejos. Ninguna mujer, ningún amor, ningún
cuidado es capaz de sanar semejante herida, sólo la compasión que uno
siente de sí mismo y los cuidados que prodiga a su herida.
Cuando el hombre derrama la lágrima, significa que ha llegado a su
dolor y se percata de ello cuando lo toca. Se da cuenta de que ha vivido
una existencia a la defensiva por culpa de la herida. Se da cuenta de las
cosas que se ha perdido en la vida por este motivo y de lo paralizado que
está su amor por la vida, por su propia persona y por los demás…
Las lágrimas encierran un poder creador. En los mitos, las lágrimas
Producen una inmensa creación y una sincera reunión. En el folclore
herbario, las lágrimas se utilizan como sustancia aglutinante para
asegurarlos elementos, unir las ideas y juntar las almas. Cuando se
derraman lágrimas en los cuentos de hadas, éstas alejan a los ladrones o
provocan el desbordamiento de los ríos. Cuando se rocían, evocan los
espíritus. Cuando se derraman sobre el cuerpo, curan las laceraciones y
devuelven la vista. Cuando se tocan, dan lugar a la concepción.
Clarissa Pinkola
"Mujeres q corren con los lobos"
.comPartido por la loba solitaria de laMedina
para "Las Mujeres Salvajes q corren con lobos"
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