Aún cuando sólo hayamos escuchado o visto o soñado
en un maravilloso mundo salvaje al que alguna vez pertenecimos,
aún cuando no lo hayamos tocado todavía, o sólo momentáneamente,
aún cuando no nos identifiquemos como parte de él,
el recuerdo de ese mundo es un faro que nos guía
hacia lo que pertenecemos, y para el resto de nuestras vidas.
¿Cuál es la nutrición básica del alma?
Pues difiere de criatura a criatura, pero aquí hay algunas combinaciones.
Considéralas como macrobiótica psíquica.
Para algunas mujeres, el aire, la noche, la luz del sol y los árboles son necesidades.
Para otras, las palabras, el papel y los libros son las únicas cosas que sacian.
Para otras más, el color, la forma, la sombra y el barro son los absolutos.
Algunas mujeres deben saltar, inclinarse y correr, pues sus almas ansían bailar.
Y otras más ansían tan sólo una paz recargada en un árbol.

