La Madre de La Creación es también la Madre de La Muerte
y viceversa.
Debido a esta doble naturaleza o doble labor,
el gran trabajo frente a nosotros es aprender a entender
qué cosas a nuestro alrededor, cerca de nosotros y dentro de nosotros deben vivir,
y cuáles deben morir.
Nuestro Trabajo es entender el momento de ambos sucesos;
permitir que muera lo que tiene que morir,
y que viva lo que tiene que vivir.
